Un mes más participo en la iniciativa de Mi Dulce de Melocotón, para acercaros un poco nuestras ciudades, este mes el tema era puertas.
Esta es mi puerta, la entrada al pasado, al metro de Chamberí. Esta estación se cerró en 1966.
Esta es la entrada al Andén 0
El metro de Madrid se inauguró en 1919, la inauguró Alfonso XIII y tenía un recorrido de 3,5 km., desde Cuatro caminos a la puerta del Sol.
Nada más entrar lo primero que nos encontramos es la zona del vestíbulo, donde se pueden comprar los billetes de metro en la taquilla. Cuando se inauguró el metro se pagaba por tramos y costaba 0,15 céntimos de peseta por el tramo más corto hasta 0,40 céntimos de peseta el más caro.
Los madrileños realizaban ese mismo recorrido en tranvía y tardaban mas de media hora, pero con el nuevo metro el recorrido se hacía en 10 minutos.
Los azulejos blancos tan comunes en el metro fueron elegidos para disminuir la posible sensación de claustrofobia de los atrevidos viajeros que estaban dispuestos a utilizar tan innovador medio de transporte.
Durante mucho tiempo el metro sacó buenos beneficios por la publicidad en la estación.
Durante los años 40, se estableció un nuevo impuesto sobre la publicidad y como consecuencia de ello muchos anunciantes cubrieron los espacios de publicidad para no pagar dicho impuesto.
La estación se cerró en 1966, el metro necesitaba alargar las estaciones para poder meter trenes de mayor capacidad, pero como la estación de Chamberí está en curva y está tan cerca de Bilbao e Iglesia, se cerró.
Aunque los trenes siguen pasando por esta estación (por eso se la ha conocido como la estación fantasma).
Esta es la salida.
Para los niños es un paseo muy instructivo, hay que fijarse porque hay carteles pequeños en las paredes con explicaciones. En uno de ellos hemos aprendido que tenían una zona donde cogían agua para limpiar la estación y solían tener un botijo para uso de los trabajadores.
Y que utilizaban pequeños trozos de cristal machados para hacer los escalones y así evitar resbalones y caídas en las escaleras. Si os fijáis los escalones de entrada están también fabricados con esa técnica.
La ‘estación fantasma ’ del metro en Chamberí volvió a abrir sus puertas, como museo después de permanecer 42 años cerrada. La visita es gratuita y creo que merece la pena darse una vuelta por la historia de Madrid.
Si quereis ver que nos han descubierto el resto de las participantes de blogger Traveller de este mes. Pasaros por aquí.
Marian, es una visita que tengo pendiente de hacer, porque yo nací en Chamberí, en el Paseo del Cisne, hoy Eduardo Dato.
ResponderEliminarSigo viviendo en Madrid y no tengo perdón.....
Cualquier día me acerco...
Muchas gracias por esta entrada.
Besitos.
Que visita mas bonita y nostalgica. Es una preciosidad de estacion
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por la visita! Realmente esto es viajar con Bloggertraveller, ha sido genial!
ResponderEliminarMonica _ http://creativefriday.wordpress.com